lunes, 18 de agosto de 2008

Pour Connie, avec tout mon amour [Posteo original: 22/12/06]

[N. del R.: Este posteo de fotolog estaba dedicado a la diva conocida ahora como Connie Casiraghi...]
Je t’avais dit que je te surprendrais avant la fin du année.
Este fotolog se va liquidando, ella lo exigió, y la justicia es hacerlo:
Porque es la única mina de mi entorno que curte estas cosas raras como un fotolog y me guía en sus laberintos como Ariadna cibernética, y no me hace sentir el único salame, ni me critica lapidariamente mis posteos –aun siendo propietaria de la lengua más filosa que conozco–. Y encima, firma.
Porque es la única que nunca me dice “No”, ni “Sí, pero...”, sino: “Uuuuuuuh, Marian, ¿cuándo empezamos?”.
Porque es el único personaje que aparece discretamente una y otra vez en mi biografía, desde que éramos muy pibes –aunque nunca acreditó tener esa foto mía de impúber en Maciel–, como el Govinda de Siddharta, la Jenny de Forest Gump y el Bo-bo de Mr. Burns.
Porque, a raíz de eso, es la única figurita que está en casi todos los álbumes de la gente de nuestra generación de Adrogué –prácticamente TODOS la conocemos desde chicos–.
Porque es la única que se bancó conmigo pasar la madrugada del primer día de este año en Adrogué, cuando todos los otros esnob (ja, ja, ja...) se fueron a la fiesta del San Albano.
Porque es la única que me prestó su camilla esa misma noche, cuando me achacaban mi hipo crónico y mi gamba acalambrada.
Porque es la única que se prende en una conversación filosófica, literaria y farmacológica, ya sea en inglés, francés o portugués.
Porque es el único ser humano que conozco que me demostró que le pudo sacar el jugo a Freud.
Porque es la única persona que, sin seguir a la manada, es capaz de ser igual a sí misma.
Porque es mi única sacerdotisa del Falgos, Ibupireta, Clonazepam o Sildenafil.
Porque brindaremos el 8/12/2081 y el 16/3/2086.
Para la hetaira monegasca, latina y semita, va dedicado este merecido posteo
El muy humilde siervo de vuestra reverencia

Crónicas de un cumpleaños II: Cantinero, sirva otro champú, que invita María... [Posteo original: 13/12/06]


[N. del R.: Crónica de los delirios de un cumpleaños... qué bien la pasé.]

Juan 2 relata el episodio de las bodas de Caná, en el que la Virgen María, con encantadora modestia, le pide a Jesús que haga algo, porque se dio cuenta de que en ese casamiento no había vino. La carencia de vino era un papelón, dado que en esa época no había gaseosas, ni agua mineral con gas, ni varietales, ni pisco ni sidras; en esa época el vino representaba lo que hoy es tan necesario para nuestras fiestas de casamiento como el carnaval carioca, la pata de cordero, los panqueques flambeados, los contorsionistas, el brasuca que enseña a bailar axé, las ligas de la novia, la tirita con el anillo de oro, revolear a los novios por el aire y el lanzamiento del ramo para las solteronas.

Jesús al principio parece que se retoba, pero le hace caso a su mamá, y transforma en vino riquísimo el agua de unas tinajas que había por ahí cerca.

Nunca creería que la mesa de jardín del patio de casa sería la sede de una remake de este primer milagro de Jesús, casi dos mil años después, cuando quedábamos 8 ó 9 a eso de las 2 de la matina, y Mary pela el champán para el chinchín. María hizo surgir el vino donde sólo había gaseosa. Larga vida a Mary, que con su encanto y su libación etílica nos despertó las musas nocturnas que nos sugirieron añoranzas de “Jem y The Holograms”; “Tiempos Violentos” con Olmedo y Nagy; el programa “Cualquier Cosa” del Tano Enzo y su “macuca” por FM Suburbana; El Clan de Patsy; los juguetes de Cartan, que tan fantásticos parecían en la tele y después eran una cagada –¡superamos los diez!, sin repetir y sin soplar: el Ker Plunk, el Tip Pit, el Thin Ice, la Silly Soup, los Ojos Fantásticos del Mundo de Big Bird, el Spy Tech con el micrófono de largo alcance y el periscopio, el Magic Cake Oven, los excita-sádicos Crash Dummies, los Micro Machines, las Quints, el Rub-a-Dub Doggie, los Grabbin’ Grasshoppers y la muñeca negra Kenya–; Xuxa la “arisca”; el doctor Miroli –un orgullo que sea adroguense–; “Yo no era muy ‘Agujerito’”; los vanos intentos por los diez minutos sin nombrar o evocar a los Simpson –creo que una vez lo conseguimos–; Alicia y la viejita, profesoras de Oficina Laboral, Legislación Fiscal, y de otras materias contables inexplicables de la secundaria; la “Colada” de Fax; Pelín y quién sabe qué más.

María hace surgir el “vino que alegra el corazón del hombre” (Salmo 104, 15a, y cf. Eclo 40, 20a). ¡Enhorbuena por ambas!

El muy humilde siervo de vuestras reverencias

Crónicas de un cumpleaños I: ¡Toda! [Posteo original: 9/12/06]

[N. del R.: El motivo de este posteo era el agradecer especialmente a los siete amigos nombrados abajo el regalo especialísimo de la costosa edición de Toda Mafalda... Cuando salió estaba 50 morlacos... el otro día la vi a $120 en una librería de Microcentro... ¡Santas billeteras!]
Justo son siete.
Ratón: Manolito, porque su aparente “brutez” nada más es un pañuelito que no puede ocultar todo lo buen tipo que es.
Dachi: Miguelito, porque tiene un mundo interior tan rico y genuinamente suyo que muchas veces temés entrar a él y contaminarlo.
Mandy: Susanita, me convencí desde que la vi venir a nuestra fiesta de egresados con su collar de perlas; parece diseñada para ser esposa y madre, pero esas poses que vi el sábado me hicieron mover el lápiz...
Rochu: Guille –te hice traspasar las barreras del sexo...–, porque es tan transparente, que con sus cinco sentidos te ofrece todo lo que tiene ahí adentro.
Marce: Felipe, porque por más que en los papeles es el que más tuvo que madurar, vos lo ves y es un nene.
Ujeña: Mafalda, porque es la intelectual del grupo, pero de una manera tan encantadora de presentar todos sus tesoros cerebrales, que siempre te hace quedar con ganas de más.
Pitu: Libertad; comentarios huelgan.
Siempre creí que la amistad puede ser eterna desde el primer momento; pero bueno, no pecaré de original afirmando que un amigo es un vino siempre añejo que sabe exquisitamente, aunque tengan distintas fechas en la etiqueta. Por eso de los taninos y qué sé yo.
Siete amistades eternas iniciadas en distintos puntos del tiempo me instan a rubricar con mi sangre la afirmación precedente, porque tocaron justo una de mis mayores debilidades, como es mi devoción, también eterna, por Mafalda.
Yo juro que aprendí a leer con Mafalda. Mi viejo asegura haber reunido todos los libritos antes de nacer yo , y que se los diezmé cuando empecé a desplazarme solo por la casa y aprendí a correr trabitas de puertas de muebles. Sea como fuere, cada vez que podía le abría la mesita de luz y me sentaba a leer los restos de las Mafaldas 5 a la 10, que ni tapas tenían, con las hojas todas despegadas y amarillentas. Yo tenía como 4 años y, obviamente, no entendía ni la mitad de las tiras –qué bronca cuando les dicen “chistes”... es como llamar “canciones” a las rapsodias mediterráneas de Serrat–. En especial, porque estaba convencido de que Susanita era Mafalda y viceversa (ya tenía problemas con el bootdisk en ese entonces).
Mi primer atisbo de independencia mafalderil fue a los 10 años, cuando fui a la Feria del Libro Infantil en el Predio Ferial de Exposiciones –menos mal que Alicia trabajaba en Sigmar y me conseguía pases gratis; aun hoy sigue estando en la caja del stand de Sigmar en cada edición de la Feria “senior”–, y me compré la Mafalda 3. Me acuerdo que fui con Ayelén y Gustavo, que hoy ignoro qué será de sus vidas. Ahí encontré a una Mafalda angulosa, con menos rasgos distintivos.
Gracias a mi vieja al poco tiempo llegó la 2 –de López-Vergottini, señalador azul–; después la 7, una víspera de Reyes; y la lista se engrosó al otro día cuando encontré la 1 y la 4 en los zapatitos. Una mañana el diarero me dejó la 5; otros Reyes me dejaron la 8 a cambio de un vaso con agua –agarrado el pibe–; en otra Feria del Libro Infantil me adquirí la 6 –me pareció mucho más “transgresora” que las otras, en el sentido argentino de la palabra–, y estaba en 2do año cuando Romina –otra extraviada en el éter– me prestó la 9, y con plata que me regaló mi hermana me la compré a los pocos días –también en López-Vergottini, con señalador rojo–.
En el ínterin llegó a casa la Inédita, se ve que prestada, pero ahora la estoy viendo reposando en mi biblioteca. Pobre el desconocido propietario original. Ya se le habrá amortizado diez mil veces.
¿Conclusiones de todo esta sesión de diván?
Una: Que hoy me siento autobiográfico, como Susanita, y organicé una línea del tiempo desordenada basada en las Mafaldas. Si la empezara hoy, sería estructurado: primero la 1, después la 2...
Dos: Que Mafalda jugó desde el primer momento un papel importante en mi metabolismo mental, así como el farmacéutico que vendía “Nervo-calm” lo hacía con el de la familia de Mafalda.
Tres: Que todos los adroguenses de pura cepa tenemos varias neuronas de nuestro tejido biográfico unidas por los libros de López-Vergottini. Desafío a cualquiera a que me traiga señaladores con forma de lapicito de más colores que los que yo tengo.
Cuatro: Que seres tan caros para mí como Pitu, Ratón, Rochu, Mandy, Rodri, Euge y Marcelito hayan contribuido a la suscripción para obsequiarme la TODA MAFALDA –nunca tuve un libro de López-Vergottini con señalador bordó, ¡también en eso se distinguieron!–, el volumen que me faltaba –ignoremos que compré ese tomo de la Biblioteca Clarín de la Historieta, con esos análisis pedorros–, implica que han completado un ciclo de mi vida que hora sólo se dedicará a dar fruto, bosquejados con acuarelas de tinta china –searching oximorons... 1 matches found!– color blanco y negro, meciéndome en una hamaca de loneta mientras le tiro cascotazos a un tambor, al son de los solos del famoso trompetista de color tomando pecsicola comprada en cta/cte con el Manolo’s Card, con los dientes relucientes de “Dentix” tras comer mi pechuga de pavita con champignons después de haber sorbido la “cosa nostra” para poder merecer los panqueques...
Es más fuerte que yo... ¿Vieron cuando se sienten celosos porque otro tiene a la persona que uno quiere? ¿Y que la sensación es peor cuando ves que encima están bien juntos? Bueno, así me pasa con Mafalda. Me consumo de furia porque ella lo quiera a Quino más que a mí. Aunque yo la conozco “casi” desde que nací, y él recién cuando ya era adulto...
Chicos, si el 9 nos dejamos llevar, como siempre, por la unidad semántica basada en rasgos “+/- Simpson”... ahora me tendrán que soportar con una etapa de nostalgiosidad mafáldica. Más vale que me banquen porque si no, un día de éstos... ¡doy el MARIANAZO!
El muy pleno de gratitud siervo de vuestras siete reverencias

VINGT-CINQ TWENTY-FIVE VINTECINCO FÜNFUNDZWANZIG VENTICINQUE VEINTICIGASINCO [Posteo original: 8/12/06]

El Maiaio llegó al cuarto. No es un cuarto oscuro ni un cuarto intermedio; un cuarto de dólar, o un cuarto de miñones o milonguitas: es un cuarto de siglo.
Mi hermana me deseó anoche a las 0.30 –hora de mi nacimiento, (03.30 GMT)–: “¡Que cuadrupliques!”. Y yo le haré caso a mi hermana, como siempre. Están formalmente invitados a mi fiesta de 100, en 2081. Avísenme una semana antes si pueden venir, así encargo las empanadas.
Fue una lástima dejar los 24, que eran más fáciles para dividir en etapas iguales: etapas de uno, dos, tres, cuatro, seis, ocho, doce, o veinticuatro años. Ahora nada más puedo hacer cinco etapas de cinco años, veinticinco de uno, o una de veinticinco. Cosa ‘e mandinga, las matemáticas y la vida.
Qué fecha loca: hasta el laico canal 7 celebró el día de la Virgen que me dio el nombre; y se conmemoran 26 años del período de traslación de la tierra en que ésta quedó vacía de genios (Lennon murió el 8/12/80 y yo nací el 8/12/81).
[...]
¿Cómo llegué vivo, fresco y lindo a los 25? Algunas líneas que me ayudaron:
* “Cúbreme”.
* “Buena idea, jefe”.
* “Así era cuando llegué”.
* “–Hola, señor Thompson. –Ay, creo que le habla a usted”.
* “D’oh!”.
* “Soy intelectual, soy inteligente. (bis) / ¡Ay, qué bonito soy!”.
* “Pum cachechín, cachechín quepupum: / Yo soy ‘Don Barredora’ y vengo a limpiar, / la entrada de su casa / pa’ que pueda trabajar. / Tengo un gran camión, / que mueve toneladas / y soy un campeón / para las heladas”.
* “¡Cómase mi camiseta!”.
* “–Soy el Sr. Burns. –Bien, Sr. Burns, dígame su nombre de pila. –Ay, no sé”.
* “Aaaww... Sólo queda una cerveza, y es de Bart”.
* “Y yo no voy a parar hasta comerme una salchicha”.
* “¿Usted viene con el auto?”
* “Ned, ¿has pensado en otras religiones? Todas son más o menos lo mismo”.
* “Esa constelación es ‘Jimmy... el Vaquero’”
* “No se dice ‘erudito’, se dice ‘eructito’”.
* “¿Entonces me afeité la entrepierna para nada?”
* “El Sr. Equis dice a la señora Ye: ‘Marge, si esto no enciende tu motor, ¡dejo de llamarme Homero J. Simpson!’”.
* “Camarri-bacamabajo, camarri-bacamabajo”.
* “A la grande le puse Cuca”.
* “¿Nos llevas a Monte Splash?”.
* “Mmmmmmmmmh... sacrilegioso”.
* “Ahí viene Mel Patiño”.
* “Ahí viene Mel Patiño, jua ja ja”.
* “Mi amigo se llama Billetín”.
* “¿Qué es un diorama?”. (En serio, ¿qué corchos es un diorama?)
* “Who wants a Kwik-e-Mart?”
* “Sus padres son Herb y Martha [N. del R.: Debe decir «Judy»] Nahassapeemapeeteelan”.
* “–No puedo decirles que vamos nosotros, ¡no soy el director de la fila! –Y nunca lo serás”.
* “Mi perro huele a croquetas”.
* “Si amar a mis hijos es cursi, soy la más cursi de las madres”.
Y, por sobre todas las cosas:
* “¡Changos!” (Hasta el Padre Hugo la ha mencionado)
No quiero agotar las frases, porque Uds. también deben tener muchas en su haber...
El muy humilde siervo de vuestras reverencias

The Blue Rose [Posteo original: 7/12/06]


Les paso un testimonio personal a la víspera de mi natalicio. [N. del R: Qué añoranzas... todavía tenía 24 pirulines...]
Hace más de diez años, encontré en una Selecciones de los ’80 este texto acompañado por fotos, los que me conocen comprenderán al leerlo por qué me toca de cerca. Los que me conocen también se asombrarán de verme publicar un texto “rosa”; pero antes de juzgarlo léanlo con atención.
Una mano pragmática –seguro que no fue la mía– tiró la revista a la calle para el botellero. Desde que me di cuenta de eso, me paraba en cada librería en que se vendían ejemplares viejos de revistas por un peso a ver si encontraba la Selecciones con ese poema. Hasta que antes de ayer me avivé de que Internet es el paraíso de los fragmentos extraviados. Lo que presento acá es mi adaptación del texto en español [N. del R.: Debí haber escrito «castellano»... ¡maldito nacionalista español, yo!] de la revista con correciones basadas en el original en inglés.
Vale la pena leerla.
El muy humilde siervo de vuestras reverencias
La rosa azul (Gerda Klein)
Jenny es una nena, una nena adorable de ojos castaños y de cabello también castaño oscuro.
Si el pelo se le viene a los ojos, lo corre a un costado, pero no se lleva la mano a la frente directamente, como cualquier otra nena. Ella la hace revolotear como una flor al abrir sus pétalos. Y después aparta los cabellos que le cubren los ojos.
Y es que ¿saben? Jenny es diferente. ¿Diferente? Sí, diferente a la mayoría de las nenas. Porque indudablemente no todos somos iguales, no pensamos igual, no actuamos igual, ni nos vemos igual.
Para mí, Jenny es una rosa azul. ¿Cómo, una «rosa azul»? ¿Han visto alguna vez una rosa azul? Hay, desde ya, rosas blancas y rosas color rosa; hay rosas amarillas y, por supuesto, montones de rosas rojas, pero... ¿azules?
Todo buen jardinero quisiera cultivar una rosa azul. Sólo por verla, muchedumbres enteras vendrían de muy lejos; sería una rosa singular, diferente y bellísima.
También Jenny es diferente. Por eso, a su modo, se parece a una rosa azul.
Cuando Jenny vino del hospital a casa era una bebé rosada, tierna y redonda, que lloraba más que otros chicos. ¿Por qué? Porque tal vez veía otras sombras que la atemorizaban. Percibía quizás sonidos que eran extraños para ella. Cuando fue un poco más grande, Jenny estaba siempre al lado de su mamá y se abrazaba a ella con fuerza.
Según cuentan, cuando un gatito pierde la cola, se le afina el oído. Es cierto que la cola ayuda al gato a correr más rápido, pero un gato sin cola oye mejor y percibe las pisadas más pronto que los otros gatos. Cierta gente ignora que tales gatos tienen un oído finísimo: sólo ve que les falta la cola. No faltan chicos crueles que al mirarlos se burlan: «¡Gatito sin cola! ¡Gatito sin cola!». A veces, Jenny corría buscando a su mamá y la abrazaba fuerte. Al menos sin ninguna razón que notemos a simple vista.
Así, acabamos comprendiendo que Jenny vivía en un mundo un poco diferente, en cierta forma desconocido para nosotros. Y comenzamos a darnos cuenta de que habitaba un mundo en el cual quizás nosotros no nos sintiéramos tan bien como en el nuestro propio. Tal vez el ir a él equivaldría de algún modo viajar a otro planeta.
Podría decirse que Jenny se encuentra detrás de un biombo, un biombo invisible para nosotros. Tal vez esté pintado de colores preciosos. Es posible que estos colores la distraigan y que a veces le impidan prestarnos atención cuando le hablamos . O quizás, es que escucha alguna música que no alcanzamos a oír.
Se asegura que los peces usan un lenguaje y una música que sólo ellos pueden interpretar, traída por las olas. Una música que no podemos oír, porque el oído humano no es lo bastante delicado. Puede ser, entonces, que Jenny quizás perciba sonidos que nunca oímos nosotros. Tal vez por eso suele dar un salto y entregarse a su baile desgarbado.
En ocasiones me figuro que Jenny es como un pájaro, un pajarito de alas muy cortas. Para un ave así, volar es difícil: le exige más fuerza, mayor trabajo, más tiempo. Para el ave de alas normales, volar es natural, pero el pájaro alicorto tiene que esforzarse más para aprender. En cierto modo, tiene que ser más inteligente. Y por lo tanto, debemos comprender cuánto ha logrado Jenny después de que aprende algo.Y todavía existe otra Jenny, que, cuando sopla el viento, alguna tarde tormentosa de invierno, está sentada en su mecedora, sola, hamacándose, arrullando a su muñeca en brazos. Se siente perpleja e inquieta en su interior; y murmura despacito: «Mami, Sally dice que soy retrasada. ¿Qué quiere decir eso, mamita? “Retrasada”, repiten los chicos, y se ríen. ¿Por qué se ríen, mamá?».
Hay muchas cosas que Jenny no puede comprender. Y hay muchas cosas, también, que otras personas no entienden al tratarse de Jenny. Que Jenny es como un gatito sin cola, que es otra la música que llega a sus oídos... que Jenny es como un pajarito de alitas cortas, y que por ello necesita protección.
Jenny es como una rosa azul, delicada y exquisita. Y, siendo tan pocas las rosas de color azul, sabemos muy poco de ellas. Sólo sabemos que hay que cuidarlas con mayor esmero... y quererlas mucho más.

Hans Moleman's Attitude [Posteo original: 6/12/06]



Ya lo dijo Homero, amigos, míos: «La bola en la ingle es la bola en la ingle». ¡LA BOLA EN LA INGLE! Creo que esa frase es por demás sugerente: la vida es recibir una y otra vez una bola en la ingle, piensen que Hans Moleman, conocido entre nosotros como Juan Topo, sacrificó su virilidad para demostrarnos lo duro de la existencia que te hace revolcar de dolor. Sí, ese Juan Topo que se enamoró de Selma la hermana de Marge, ese Juan Topo al que besarlo es como besar una palanqueta, el Juan Topo que lee un signo de interrogación entre las letras de una prueba de capacidad visual. ¡Oh, Juan Topo!
Péguenle una trompada a los gansos (sonó a “péguele una patada al balde”) que tratan de levantarse minitas con “la vida es una caja de chocolates”... La verdadera frase motivadora es “LA BOLA EN LA INGLE ES LA BOLA EN LA INGLE”. Y esta aparente tautología es simplemente la comprobación de la ley de que “A = A”, que en cinco años de matemática para bachilleres más un año de matemática financiera no me permitieron comprender. La bola en la ingle sólo puede definirse como la bola en la ingle.
Por eso, por todos los que lo amamos y aprendemos de la sabiduría de Juan Topo, va dedicado este flog [N. del R: Léase "blog"], para ese Juan que si fuera defensor no sería como los maricas en la barrera que cuando van a patear el tiro libre se cubren los genitales con las manos. ¡Juan Topo macho! Hay que ser como Juan Topo, y salir a pelearle a la vida con el vientre indefenso, dejando las manos libres para salir a atacar empuñando la espada con la derecha y la daga con la izquierda. ¡Larga vida a Juan Topo!
[Dejo espacio para escribir encomios y alabanzas al gran prócer Juan Topo.]
El muy humilde siervo de vuestras reverencias

jueves, 14 de agosto de 2008

Carissimi amici miei...

La idea original de este blog era pasar los textos más representativos del fotolog cesante homónimo (http://www.fotolog.com/actitudjuantopo) y, en todo caso, incluir nuevos materiales.
Por lo pronto, cumpliré con el primer objetivo. Arrivederci, juantoperos.
Aclaraciones para mentes retorcidas:
  • Los textos llevan su fecha original de publicación.
  • Los comentarios en rojo y entre corchetes son aclaraciones necesarias para la comprensión del contexto.
  • Los párrafos entre corchetes y en bastardilla son funcionales a la mecánica del fotolog, pero no de este blog.
¿Ediciones complejas? Pregunte por Mariano.
El muy humilde siervo de vuestras reverencias
PD: Me preguntaron por qué elegí a Juan Topo... Y la respuesta es muy categórica y profunda, desde lo más íntimo de mis entrañas: Me encanta Juan Topo.