sábado, 4 de agosto de 2012

Alicia ya no viaja así

Jubilar a un nuevo medio de comprobante de viaje es todo un evento. Adiós, Monedero. Imprevistamente llegó a mi vida, como una venérea, pero el progreso la ha llevado por delante, como ojalá ocurra con todas las venéreas.

Irá a dormir al cementerio vivo de cosas inútiles, de donde puedo resucitarla para revivals memorabílicos, sin recurrir a médiums ni quedarme con tribulaciones morales por andar perturbando el descanso de los difuntos.
Convivirá con un cospel de subte, mi gran colección de boletos capicúa -y mi mayor aún colección de boletos no capicúa, que tengo ordenados por número, pero que yo juntaba porque me gustaban los números de serie-, mi puñado de boletitos de cartón del viejo Roca, y algún que otro boleto desteñido de mis primeros viajes en colectivo con máquina expendedora.
¡Ah! Y la vedette, la bip! de Transantiago. Comienza la colección de tarjetas de medios de transportes masivos del mundo. Tendré que ir buscando más cajas. ¡Iuju!

El lunes estreno la SUBE. Deséenme suerte.