Un hombre volvía a su casa de noche y se encontró con Nasrudín en cuatro patas tanteando el piso debajo de un farol.
- ¿Perdió algo, Maestro? -preguntó el hombre.
- Sí, mi llave -contestó Nasrudín, muy concentrado.
El hombre se agachó para ayudar en la búsqueda. Pero después de un rato, seguían sin tener éxito. El hombre comentó:
- ¿Está seguro de que se le cayó por acá, Maestro?
- No, seguro que fue en mi casa.
- Y entonces ¿por qué la está buscando en este lugar???
- ¡Porque acá hay más luz!