Comienza a escamotear sus rayos Febo en Marble City, hoy sábado 14 de enero de 2012, toda una localidad respira entrecortada a la espera del comienzo del apasionante match entre los elegantísimos Forzosos de la Sociedad de Fomento Barrio La Primavera de Burzaco, que han llegado desde sus lejanas tierras con su inmarcesible mentalidad ganadora, liderados por Marian «Pep» Gómez, y los dueños de casa, Marble Town United Hairdressers FC (no de «Football Club» sino de «Ferrocarril», por estar la sede frente a la estación), al mando de Miguel «Mou» Ángel.
Tensa calma se avizora entre los contendientes, una vez que los Forzosos salen de vestuario. Los visitantes, de impecable casaca marrón, bermudas azules y calzado havaiano negro, salen al encuentro de sus apáticos contrincantes, de look «Angelo Paolo», en esta reedición del amistoso jugado hace tres meses. Ahora van por el campeonato. ¡Y arrrrrrrrrrrrrrrrrrrrranca el partido! Los burbujeantes hijos de Burzaco son dueños del saque inicial:
Forzosos: Hola.
Marble Town: Hola.
Calma chicha en la cancha.
F: Me vengo a cortar el pelo... (¿No me vas a señalar la butaca, malpocao?)
MT: Sí, sentate. (No, si esperaba que hicieras el «haka» antes de empezar).
El aire se corta con tijeras, queridos lectores. Ante ese primer amague, avanzan los locales:
MT: ¿Cómo te vas a cortar?
F: No, bueno... cortito. Sin perder el volumen...
¡Se animan los Hairdressers! Muestran los dientes no bien ingresan al área enemiga:
MT: ¿Y el volumen de todo este pelo acumulado atrás te lo querés dejar también? (Parece que te hubieran dejado una almohada capilar en la nuca... ¿Quién fue el criminal?)
¡Movimiento al límite del reglamento! ¡Chequeemeló, Castrilli! Sorprendidos los Forzosos en esta primera jugada, titubean con el esférico bajo los tapones de su Fulvencito:
F: Pasa que se me acumula mucho atrás...
Esto está decidido, amigos, los marmoleños salieron a asegurar el partido de entrada:
MT: Esto te lo dejaron así la última vez que te lo cortaron. (Cómo se nota que no te cortás el pelo conmigo, hereje del coiffeurismo...)
¡Gran seguidilla de paredes, me recuerda al «fútbol total» de la Naranja Mecánica! Esto es un ataque fulminante. La Máquina de Rrrrrrrrrrrriver sale con todo, con el monopolio del balón, y... ¡atenti! ¡Contraataque de la visita! Roban el esférico tan rápido que los Hairdressers apenas salen de su asombro. Han visto baja su guardia, pero ya es demasiado tarde. Los Forzosos alzan la cabeza, miran el arco ajeno, rematan y...
F: La última vez que me corté hace tres meses fue acá. (Este mencionado tolondrón de pelo me lo dejaste vos, y encima eso mismo me dijiste la primera vez que me corté, bendita memoria de mi ex peluquera...)
¡GOOOOOOOOOOOOOL! ¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOL! El porterito local se encontró desprevenido ante semejante bombazo de fuera del área. La visita se regodea junto con su afición que llegó desde tan lejos a alentar.
MT (llevando bajo el brazo el balón al punto central, rezumando venganza. Parece que volverán a intentar entrar al campo enemigo por el mismo lateral): Entonces, ¿te querés dejar el volumen?
F: Sí, pasa que éste es mi primer sábado libre después de varios meses, durante la semana tengo horarios malos, y...
MT: Ah, entonces no tenés tiempo de ir a cortarte el pelo, te lo cortás cada tres meses... ¡y querés mantener el volumen! (¿Quién te asesora, zopenco? ¿El joven manos de tijera?)
Gol. Gol de los artesanos del cabello. Esto está 1 x 1, amigos. Hierve la cancha, señores. Los de Burzaco quedan paralizados frente a este desliz de la defensa. Sabella, despertáte. Definitivamente, esto no es un amistoso. Los presidentes de las confederaciones piden calma, para que esto no termine en un tole-tole.
Después de varios minutos de cauteloso juego, el encuentro se ha calmado, amigos. El balance se mantiene. Ahora los locales están maniobrando con elegancia, y la visita está exhibiendo jugadas de pizarrón, de las que conservan para sus «nonagression agreements». El derrotero está enjaulado en la mediacancha, entre comentarios sobre el naufragio del «Costa Concordia» -los burzaqueños encuentran acertado no hacer doctas comparaciones sobre este desastre y el del «Andrea Doria»-, el intercambio de turistas de temporada y la vigencia de Technotronic.
Jugadas de muestra:
F: Que se me vean las entradas, por favor.
MT: ¿Sí?
F: Sí, pasa que si no, me dan menos edad...
MT: ¿Qué edad tenés?
F: Treinta.
MT (polite smile): Sí, si parecés de veintipocos...
Amigos, parece que ahora que estamos llegando al final de esta apasionada justa, los ánimos se han calmado.
Pero... ¿qué estoy viendo? Tijeras en puño, los artesanos del cabello están performando una última jugada que puede terminar en polémica. ¡Desempolven el Telebeam!
MT: ¿Así que se te caía el pelo? ¿Y por qué no más?
F: No, pasa que probé algunos Head & Shoulders contra caída del pelo, y después me recomendaron una ampolla de Biferdil...
MT: ¿Y quién te lo recomendó?
F: El champú lo compré en el supermercado, y lo otro, hablando con un amigo que...
¡Emociona la candidez de la visita! ¡Se le escurre el balón de entre los pies como corvina iracunda del anzuelo! Situación que es aprovechada por la localía, que en una muestra deportiva que no ameritaría el premio Fair Play precisamente, arremete con un:
MT: ¡Grave error! Lo que vos tenés que hacer es ir a un dermatólogo y que encuentre el motivo de la caída de tu cabello. ¡Mirá si a tu amigo se le cae por estrés y resulta que a vos se te cae por problemas del hígado! Lo que le sirvió a tu amigo, no necesariamente te tiene que servir a vos, y...
La jugada completa sería engorrosa de relatar, queridos lectores, ¡pero lo cierto es que esto es una clara PLANCHA! Violentísima plancha, que los bravos visitantes no olvidarán, y que quedará inscrita en los anales de los partidos amistosos intersureños. A un equipo apasionado no se le puede decir que comete errores, más cuando es cliente, y el cliente SIEMPRE tiene la razón... (¡más si se trata del «Pep» Gómez!) ¿Dejaste la tarjeta roja en la mesita de luz, referí?
Terrrrrrrrrmena el partedoooooooooo... Pitazo final, ¡y esto es un empate!
Todavía frotándose las canillas y a regañadientes, los Forzosos pagan y estrechan la mano de sus anfitriones, pensando en escribir una nota de queja a la AFA para que les den al menos un par de fechas por falta de espíritu deportivo...
Auspició este momento: Casa Bassetti (iba a poner Radio Sapienza, pero a la vuelta pasé a comprar una afeitadora, y tenían sólo DOS en todo el negocio, y la más nueva parecía hecha en 1970).
No hay vuelta que darle: Cada vez hiervo a menor temperatura. ¡Calmáte, Hellmuth!
El muy «Look the hairdo!» siervo de vuestras reverencias